La emoción por preparar la fiesta del día de muertos me invadía cada vez más, papá y mamá ya habían accedido a que se realizara en la casa, eso era algo que me daba mucho gusto, ya que así podía disfrutar de ella, de lo contrario de ser en otro lugar, no hubiera podido asistir.
Un miércoles por la mañana, mi padre llegó con un albañil. En mi casa, el proyecto de construir unos departamentos ha estado en pie desde hace unos años, noté con singular gusto la presencia de ese albañil en mi padre y mi mamá, después supe que esa persona fue quien construyó mi casa hace unos 18 años, papá se lo había encontrado casualmente por la calle, le contó del proyecto y naturalmente el señor aceptó empezar a limpiar la zona a construir.
La hora en que acostumbraba salir de casa para ir a la prepa, siempre era como a la una y media de la tarde, ese viernes tenía planeado salir desde las once, debido a que tenía que ir al centro a buscar las invitaciones para mi fiesta, tocaron a la puerta, dije a mi madre que yo abriría para después salir y hacer mis cosas.
Era el albañil quien tocaba, le saludé y recuerdo que me pidió un vaso con agua, no es que me molestara esa petición, pero tuve que regresar a dárselo. Me fui y complacido compré las invitaciones, esa tarde cuando llegué a la escuela, mi mejor amiga me dijo: “qué pasó en tu calle” a lo que no supe que contestar y le pregunté: “por qué” ella contestó que habían muchos policías, la cruz roja y mucha gente en mi calle, pensé en decirle que tal vez se trataba del vecino narco que fue muchos años mi vecino, a quien posiblemente lo habían cateado esa mañana, pues al salir de mi casa todo estaba, normal. Transcurrieron las horas y por la tarde recibí una llamada de mi hermana que ese año vivía fuera de la ciudad, me decía algo que me costaba trabajo entender, pues lo primero que m preguntó fue cómo se encontraba mi madre, y le dije con una respuesta tonta: bien, por qué le devolví la pregunta, “es que alguien murió en la casa y creo que se llevaron detenido a papá”, la noticia me heló el cuerpo, mi madre estuvo presente en ese momento en mi cabeza y recordé lo que me había dicho horas antes mi amiga.
Después de colgar, me dirigí a mi casa como loco, caminé muy a prisa, ya que la escuela donde estudié no esta lejos de mi casa y como es típico cuando tienes prisa el autobús jamás pasó, al llegar a la esquina de mi calle, una señora que vendía cena, me vio con una mirada que me resultaba penetrante, cuando llegué a la puerta de la entrada, pude ver que un árbol muy grande que teníamos en el jardín estaba podado, en verdad se respiraba un olor diferente, un olor a angustia mi casa y la vibra no se sentía igual.
Entré y vi sentada a mi madre en el sillón con una mirada pérdida y llorando, al verme no dudó en abrazarme y contarme lo sucedido, me decía: “se murió”, “el señor se murió”, no comprendí lo que me dijo, quién se murió mamá le pregunté, resulta que el albañil murió trágicamente al cortar el árbol de mi casa, pues según la descripción de mi mamá, el señor salió en busca de un chalan, a la central de abasto, regresó y se dispusieron a cortar el pirú casi estaba por terminar cuando se percató que un panal de abejas estaba en la rama que faltaba por cortar, le pidió a su ayudante que le pasara algo para arrancar el panal y él se dispuso a darle una varilla misma que le causó morir electrocutado.
Debido al magnetismo y cercanía que el panal tenía con los cables de luz la varilla se impactó con ellos haciendo una descarga la cual el albañil recibió íntegramente, lo que le ocasionó una muerte instantánea, mamá me dijo que cuando salió a ver lo que sucedía ya que el ayudante gritaba, que el “maestro” se estaba quemando” pudo ver el cuerpo inerte sacando humo y tronando como carne en aceite hirviendo.
Posteriormente llegó la policía, los peritos, ambulancias y demás, efectivamente amenazaban con llevarse detenido a mi padre, pero afortunadamente eso no sucedió, los días posteriores a la muerte, mientras mis padres iban a la delegación a dar las declaraciones necesarias, yo me quedaba en casa, recuerdo bien la tercera noche, encendí todas las luces de la sala, prendí el estéreo y puse un disco, lo cual no debí hacer la sugestión me invadía y sentí claramente como a través del sonido de la música empezaba a escuchar el lamento del señor, mis ojos no dejaban de ver las luces del aparato y quise inmediatamente pararme y apagarlo, pero algo hacia que mis piernas no tuvieran la capacidad de moverse.
Sabía que era producto de mi imaginación, pero todas las noches la oscuridad y el silencio se apoderaban de mi creía verlo recargado en las sombras de mi casa y su cara, si su cara era algo que estaba en mi mente, no podía olvidar las fotografías que el periódico mostró, verlo con sangre quemada por la cara y el cuerpo y ese agujero en el costado por donde salió la electricidad, no salía a mi jardín para nada, ni de día, de hecho sólo mi padre lo hacía para darnos valor y demostrar que lo ocurrido no era más que un accidente.
Se realizó la misa a los pocos días, la madre del señor lloraba desconsolada al pie del árbol, todos los presentes vimos ese acto que desgarraba a cualquiera, la gente que acudió a la misa celebrada en el jardín de mi casa, contó algo que para ser honestos a mi me resulta difícil de creer, resulta que el día que murió el señor, fue visto por una señora que se encontraba presente en mi casa, portando las cuerdas que utilizaría para amarrar el árbol en el autobús de su pueblo, la señora contaba que él la ayudó a subir sus cosas al camión, eso no era posible, esas cuerdas él no las podía llevar, debido a que él buscó a mi padre al llegar a la ciudad, según mi papá él le pidió dinero para comprar unas cuerdas que ocuparía, otra de las personas en la mesa dijo también, que se fue con él en el taxi colectivo y no le vio ninguna cuerda, el caso es que fue visto por dos personas el mismo día y a la misma hora, lo cual es imposible, pero ellas no tenían porque mentir con algo así, la gente dijo que “ya le tocaba morir”, realicé la fiesta, ya sin ganas, las críticas de mi casa no se hicieron esperar, pero creo que papá me apoyó para darle un aire diferente a esas semanas tan tensas, ya que el suceso ocurrió un 15 de octubre y el 31 del mismo, estaba una banda de rock y mis amigos en el jardín donde murió una persona, francamente los de la fiesta disfrutaban el hecho, ya que adornaba la atmosfera de la ocasión.
En el mes de diciembre de ese año, mi madre estaba a gripada, y se acostó temprano una noche, por la madrugada, se despertó y recordaba el suceso, pues ella lo vivió en carne propia, más allá de mi padre y de mi, ella pudo ver el cadáver de un hombre que sólo hacía su trabajo, un cuerpo muerto y crujiendo por electricidad, no sé si fue producto de su imaginación pero escuchó perfectamente machetazos que golpeaban las ramas del árbol, primero uno, luego otro y la tercera que fue más fuerte le indicaban que esa alma está ahí presente.
jueves, 13 de marzo de 2008
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2 comentarios:
Muy bien Marco, esa crónica nos llegó a todos.
Saludo que tengas buenas vacaciones y sube los demás escritos que te faltan por corregir, no creas que me olvido ¡eh!
tienes talento explotalo mas, deja volar no es necesaio viajar solo dibagar profundamente, profundo tan profundo que sientas las estrellas y la atmosfera fuer muy muy fuera y realmente darle vida a tu universo, recuerda compañero podemos cambiar nuestra estrellas. atte. colunga.
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